
Autor: Mukali
Aunque este blog nació del deseo inconmensurable por ser madre,
el tiempo lo ha hecho crecer airosamente, sin perder nada de la voz intimista con la que se inició. Podría haber cerrado una etapa que ya pasó, sellar el ciclo de la infertilidad y el desasosiego... Y sin embargo algo me obliga a pensar que yo soy yo, porque fuí también aquella.
Aquí encontrarás todas mis partes pululando, jugando a ser y unirse con las palabras: mi vena cómica, la tremendista, mi perfil poético o mi forma más casual y tirititera.
Mi camino buscandoT es un lugar en el que escribiendo -a veces- me descubro, otras me divierto o doy rienda suelta a mi poderosa (a momentos inquietante) imaginación. Un cuaderno en el que anoto mis viajes y aventuras, un estar de aquí para allá en el que a ratos me sorprendo y me voy pidiendo entre tanto ajetreo echarle una miradita a mis certezas. Aunque sea solo para seguir filosofando a base de equilibrios y tanteos emocionales.
Si tuviera que situar ESTE CAMINO en algún lugar de la tierra sería un páramo de la región argentina de la Tierra del Fuego, en donde si caminas sobre una lengua de arena te hayas entre dos mareas, virtuosamente envuelto pero sin mojarte .
Entonces podría sonar la puerta violeta.... (por poner una cancion de ahora)
... o justo despues ese ruidito familiar que anuncia alguno de vuestros comentarios..
...O bien unas risas / muecas de esas que nunca veo porque se esconden tras la pantalla y no llegan a formar parte del lenguaje de mis ojos pero sí del de mi fantasía.
Me aventuro a creer que lo más mágico de Mi camino buscandoT es vuestra mirada, las lecturas y visiones que aportáis generosamente a cada uno de mis trabajos y la sensación de abrigo y complicidad que creáis en el corazoncito de una carpintera como esta.
Ya sabéis - o por si no - que Mukali es más blandita y porosa que cualquier madera habitual.
¡que se le va a hacer! ¡quizás ahí radique parte de su perturbable belleza!


Una luz

El viejo árbol

Sobre envejecer

Las transeúntes

Año luz

Al final del pasillo

Miranda y Ana
