Regresaba a casa por un camino distinto,
cuando la vio.
A veces ella me encuentra-murmuró.
No se como lo hace
revuelta entre su verbudez…
luego ando todo el día trastocada.
¿Acaso existe del verbo,…. la desnudez?-
me preguntaba.
Ella y su diccionario de alumbre.
**
Representa para quienes no la conocen
el término nuevo,
La caricia de la derrota
La llave de un disparo.
la que olvidaron en el tiempo
Y fue tachada de estar rota.
***
La palabra a tientas
o el código de una ecuación,
ella vaga dispersa reorganizando todo el desorden,
el grito,
la mugre invisible del cajón,
el desamparo y la duda…
Todo cabe en su formulario de instrucciones
para desenchufarse de lo mundano,
de verdades a medio fumar
que la alejan de la profundidad de sus latidos.
**
La hallarás tras la esquina del pulso
a mitad de camino entre la herida y el pensamiento
en el reflejo del escaparate
-para quienes quieren mirar lo velado,
que no el brillo-
hurgando maneras de leer el bramido
y alejar el recelo,
que amansen este y otros cuerpos del espanto.
***
Ella brilla intermitente como un faro,
alumbrando las mareas,
advirtiendo la anestesia de vivir bajo códigos
que aíslan y silencian,
perturban o hieren…
hablando de lo pequeño y fugaz,
lo grande y extenso…
¡con tanta claridad!
que nunca debería ser desahuciado.
***
Ella que siempre vuelve a casa
de una mano y sus dedos,
agarrando la protesta como una niña pequeña…
tan fulana y rabiosa,
pero igualmente dulce y comprometida
cuando duerme a los monstruos.
***
Ella, la tan perseguida e hiriente,
la profana y callejera,
la señalada por despertar sospechas
en la «policía»
con su amplitud de significados y formas…
Ella que tan solo es
POESÍA.

Que suerte descubrir la vida, con los ojos de la poesia. La de la fotografía, es muy cierta !.
Abrazos, en el dia de la poesia 🙂