Una luz

Tenía la desaforada certeza de que ante cualquier oscuridad, en medio de la más aguda de las tristezas, siempre había una gota de sílabas, la esencia de una palabra o la ventana de algun texto capaz de abrirnos el pasaje de la razón e iluminar nuestros pasos impidiendo que cayesemos a algún terrible vacío. Así se lo había enseñado quien más quería y, como si de un marcapasos se tratase, se asía a la costumbre heredada, esa profunda búsqueda para abordar los huecos, para crecer sobre los días en que el desaliento la acorralaba. Tenía derecho a rendirse de vez en cuando, a ser frágil y dispersarse con su niebla, dejando al alma buscarse entre las palabras, como una estrella que dialoga solitaria en la noche.

2 comentarios en “Una luz

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